martes, 29 de diciembre de 2009

LA SERPIENTE DE LUZ Y LA GRAN PIRÁMIDE BLANCA DE TÍBET

CAPÍTULO TRES


LA SERPIENTE DE LUZ Y LA GRAN PIRÁMIDE BLANCA DE TÍBET
Tal y como ha registrado la ciencia, hace dieciséis mil años tres grandes trozos de un
asteroide cayeron sobre el océano Atlántico junto a la costa de lo que hoy se conocecomo el estado de Georgia, en Estados Unidos. Los sacerdotes de la Atlántida supieron
que el fin de su gran país estaba cercano.
Hace dos mil años, Platón denominó a este continente perdido Atlántida y habló con
admiración de su cultura y su belleza, pero la mayor parte de los arqueólogos modernos
siguen considerándolo solamente una leyenda. A pesar de todas las búsquedas y
exploraciones realizadas a lo largo de los años para probar su existencia, no se ha podido
establecer nada concluyente, pues cuando la Atlántida desapareció bajo las olas del
océano Atlántico se llevó con ella toda evidencia al fondo del mar.
Por eso, en este momento, no es posible comprobar esta historia. Pero es de esperar que
en el futuro sí se pueda. Edgar Cayce, el Profeta Durmiente, afirmó en los años veinte
que la Atlántida volvería a surgir del océano Atlántico, cerca de Bimini, antes del año
1970, y es muy posible que así lo hiciera. En enero de ese año, la revista Life informó de
que muchas islitas pequeñas procedentes del fondo oceánico, que se encuentra a más de
dos kilómetros y medio cíe profundidad en las cercanías de Bimini, asomaron a la
superficie en diciembre de 1969. Muchas de ellas volvieron a sumergirse, pero algunas
siguen estando allí hoy día. ¿Era correcta la predicción de Cayce? El tiempo lo dirá.
Cayce realizó más de doce mil predicciones para los años anteriores a 1970, y sólo una de
ellas resultó equivocada; una sencilla, relacionada con un hermano gemelo al que realizó un
diagnóstico.
Luz Espiritual del Mundo, la kundalini de la Tierra, una energía en forma de serpiente
enroscada en las profundidades de la Tierra, residió dentro de este antiguo continente
durante miles de años. Fue esta energía espiritual la que hizo que otras culturas
acudieran de todas partes del mundo a la Atlántida en busca de iluminación, tal y como los
modernos buscadores viajan de todo el mundo a India y Tíbet.
Aquel inmenso asteroide realmente se precipitó desde los cielos tres mil años antes del
fin de la Atlántida, pero constituyó la razón física de la desaparición del continente. La
kundalini de la Madre Tierra, la Serpiente de Luz, pronto iba a empezar a mudarse a un
nuevo lugar para aportar equilibrio a lo que rápidamente se iba a convertir en un nuevo
mundo. Un mundo nuevo, quizá, pero este impacto iba a significar el hundimiento y la
muerte de la Atlántida.
Debes recordar siempre que no existen los errores. Todo sucede por razones que
afectan a todos los tipos de vida, en todas partes y con absoluta precisión.
Los sacerdotes internos del antiguo continente de la Atlántida, la Hermandad Nakkal,
sabían, gracias a su conocimiento interior, el lugar exacto al que se mudaría y en el que se
establecería la Serpiente de Luz, enroscada como una sierpe en el interior de la Tierra,
para hibernar durante otro largo ciclo de trece mil años, y que al cambiar su situación
sobre la superficie del planeta cambiaría también la forma en la que los seres humanos
interpretan la vida. La Hermandad Nakkal sabía que tendría que abandonar la Atlántida y
mudarse al lugar donde la Serpiente de Luz iba a encontrar su nuevo hogar.
También sabía que, dondequiera que se instalara la Luz del Mundo, las personas que
habitaran en esa región se iban a convertir en los grandes maestros espirituales del
planeta. Siempre ha sido así, pues esta Luz afecta a las personas que viven cerca del
lugar donde reposa y les lleva de forma natural a un estado de iluminación que depende de
su capacidad para recibirlo. Los habitantes de esta nueva región iban a comenzar a
despertar y a recordar su íntima conexión con todo tipo de vida, en todo lugar, y con
Dios. Con el tiempo recordarían incluso el lugar sagrado del interior de sus corazones
donde reside Dios y donde dio comienzo la creación. Y en su recuerdo, se convertirían en
luces espirituales para el resto de la humanidad simplemente por su propio ser.
Por eso, la Hermandad Nakkal comenzó a hacer planes para abandonar su amado país de
la Atlántida y seguir a la fuente de su entendimiento. No tenían otra elección. Hicieron
sus planes y se prepararon para irse casi doscientos años antes de que la Atlántida se
hundiera finalmente en el océano, antes de verse inmersos en el caos. Con el tiempo, los
nakkals siguieron a la Gran Serpiente Blanca de la kundalini de la Tierra hasta una zona
remota situada en las alturas de los Himalayas, en una región occidental de lo que hoy día
se denomina Tíbet.
Cuando finalmente la Atlántida se hundió, hace unos trece mil años, sus sacerdotes
externos (no los nakkals internos) la abandonaron rápidamente en lujosos barcos. Se
vieron forzados a salir del país por los terremotos, los volcanes y los incesantes
hundimientos de tierras y avenidas de agua. No se trasladaron muy lejos. Los sacerdotes
externos llegaron a las costas de lo que en la actualidad es la península del Yucatán, en
México, y hoy día los conocemos como los mayas. Sabemos que esto es así no sólo porque
lo afirmen los mayas, sino también gracias a un antiguo documento en piedra encontrado
por los arqueólogos en Yucatán, denominado Códice Troyano, que se guarda en el Museo
Británico. Se estima que tiene al menos tres mil quinientos años de antigüedad, fue
traducido por el historiador Augustus Le Plongeon y describe con gran detalle el
hundimiento de la Atlántida.
El calendario que los mayas tienen en el presente fue creado originalmente durante la
época en que la Atlántida estaba viva y en buenas condiciones, y fue llevado en mano a Yucatán por los sacerdotes en su fuga de una muerte segura.
Este sacerdocio externo está vivo entre los mayas actuales y su representante es
Hunbatz Men, un sacerdote y chamán maya elegido en los años ochenta por los ancianos secretos como portavoz para el mundo exterior.
Ahora ha sido reemplazado por un hombre humilde llamado don Pedro Pablo, también elegido por los ancianos mayas. En el interior de la cultura maya encontramos a don Alejandro Cirilo Pérez Oxlaj, que conserva
la información original desde los comienzos mismos de esta cultura. Don Alejandro es en
la actualidad el presidente del Alto Consejo Sacerdotal Maya, formado por más de
cuatrocientos ancianos de México, Belize y Guatemala. El tiempo desvelará la
profundidad de sus conocimientos y su sabiduría.
La Gran Pirámide Blanca
Los nakkals, los sacerdotes internos de la Atlántida, llegaron a Tíbet con tremendas
dificultades para comenzar la construcción de una de las mayores pirámides del mundo.
Es una pirámide hecha de sólidas piedras blancas y que, en la actualidad, da la impresión
de haber sido creada en tiempos modernos, pues su estado de conservación es perfecto.
Parece completamente nueva.
Esta Gran Pirámide Blanca tenía dos misiones simultáneas: marcar la localización exacta
de la energía kundalini de la Tierra y enfocar esa energía en beneficio de la humanidad.
Creó una zona de energía que abarcaba enormes distancias; los habitantes de aquella
región iban a experimentar unos cambios muy especiales en sus mentes, cuerpos y
corazones. Algunos iban a cambiar más que otros, pero con entrenamiento los cambios
iban a ser inevitables. Esta influencia sobre las personas hizo surgir grandes maestros
espirituales, cuya iluminación alcanzó al resto del mundo. Tíbet, algunas partes de China,
India y Nepal se convirtieron en el nuevo centro de la Luz del Mundo (aunque en la época
de la construcción de esta pirámide, ninguno de estos países había nacido aún).
Tuvieron que pasar casi seis mil años después de que la Atlántida se sumergiera en el
océano antes de que la raza humana comenzara a recordar lo que realmente era y la
civilización volviera a florecer una vez más. Durante todos esos miles de años, los nakkals
permanecieron junto a la Gran Pirámide Blanca para protegerla y para prosperar con su
energía iluminadora. Con el tiempo, los nakkals dieron origen a la raza tibetana y han
perdurado hasta la época moderna.
Lentamente, la influencia de la Serpiente de Luz comenzó a dar vida a grandes almas
como Lao Tzu, que escribió el Tao Te Ching {Libro del recto camino}, una de las obras más
importantes jamás creadas. Y por supuesto, creó el / Ching, probablemente el libro más
asombroso que se haya escrito nunca y que provino también de esta región. Buda vivió
dentro de su área de influencia y creó el budismo, una religión mundial que, según mi
experiencia personal, posee más que ninguna otra un profundo entendimiento de los
campos de energía humanos y unas dimensiones de consciencia que sobrepasan la
consciencia normal de cualquier otra religión. El budismo tibetano es la única religión que
aún recuerda la Mer-Ka-Ba, el cuerpo humano de luz, y lo que es más importante: lo que
significa y cómo crearla y utilizarla. (La Mer-Ka-Ba es el campo humano de energía que se
extiende esféricamente entre ocho y nueve metros, en todas direcciones, a partir del
cuerpo físico.) Muchos grandes hombres y mujeres (aunque fundamentalmente hombres
durante esta parte masculina del ciclo) surgieron allí sencillamente porque la Serpiente
Blanca estaba enroscada en el interior de la Tierra bajo la Gran Pirámide Blanca
construida por la antigua Hermandad Nakkal.
Pero muy pronto todo esto podría cambiar una vez más.
Los mayas actuales sabían, gracias a su asombroso calendario, el más exacto que la
humanidad haya creado jamás, que se estaba acercando una época especial. Como el gran
Sol que se asoma para desvelar el cielo matutino y la belleza del mundo vivo, algo
tremendo estaba comenzando a moverse en el interior de la Tierra, algo que iba a
desvelar un secreto fantástico que el alma humana perdió hace ya mucho tiempo. Muy
dentro del vientre de la Madre, una energía ancestral comenzaba a moverse lentamente
de un lado a otro, de una forma muy parecida a la de una serpiente que se desliza sobre la
Tierra. Esta energía con aspecto de serpiente comenzó a despertar y a sentir la
necesidad imperiosa de hallar un nuevo hogar y una nueva forma de expresar la vida
mientras la constelación de Acuario, lentamente, comenzaba a ejercer su influencia.
¡Cada doce mil novecientos veinte años, este impulso resulta innegable!
China invade Tíbet
y la Serpiente de Luz comienza a moverse
El Panchen Lama, el segundo en categoría tras el Dalai Lama, que entonces contaba sólo
once años de edad, pidió a China en 1949 que «unificara la tierra madre», con lo que
quería decir que volviera a colocar a Tíbet bajo su dominio. El dirigente comunista chino
Mao Tsé Tung respondió anunciando la intención de China de «liberar a Tíbet de los
imperialistas extranjeros».
En 1949, China invadió Tíbet.
El mundo se sentía aún cansado y enfermo por todas las muertes y el dolor provocados
por la Segunda Guerra Mundial, que había terminado sólo cuatro años antes. Los
británicos, que declararon en las Naciones Unidas que estaban «interesados en el
mantenimiento de la autonomía tibetana», no tuvieron el corazón ni los medios para
resistir a los chinos, y no apoyaron a los tibetanos ni salieron en su defensa.
En el año 1959, tras el levantamiento tibetano en Lhasa y su salvaje represión por parte
del gobierno chino, el Dalai Lama huyó a India en busca de refugio, seguido por miles de
refugiados tibetanos.
En ese mismo momento, tras un descanso de trece mil años, la Serpiente de Luz comenzó
a deslizarse desde el interior de la Gran Pirámide Blanca de Nakkal hacia la superficie de
la Tierra. Lentamente al principio, más y más deprisa después, esta energía kundalini
comenzó a moverse a través de Tíbet. Luego, en un solo día, abandonó el país junto con el
Dalai Lama y pasó a India. Fue casi como si el Dalai Lama invocara a la Serpiente para que
abandonara Tíbet.
Pero este movimiento de la Serpiente de Luz hacia India fue sólo el comienzo de un viaje
terrenal muy, muy largo, que con el tiempo iba a atravesar la mayor parte del planeta,
exactamente igual que había sucedido cuando abandonó la antigua Atlántida para mudarse
a las alturas de las montañas tibetanas trece mil años antes.
El gran encuentro
En el otro lado del mundo, los ancianos mayas de todas las zonas de México, Belize y
Guatemala convocaron un gran encuentro de todas las tribus mayas. Era la primera vez
que una reunión así se convocaba en tiempos modernos, y se trataba de un acontecimiento
realmente importante.
Este encuentro se produjo porque el calendario maya mostraba claramente que la
Serpiente de Luz iba a moverse en 1959 y que iba a necesitar la asistencia de los nativos,
tanto de América del Norte como del Sur.
Los ancianos mayas se reunieron para celebrar juntos una ceremonia por lo que el
calendario maya estaba profetizando: el final de un gran ciclo y el comienzo de un nuevo
ciclo y un nuevo mundo; un mundo en el que todos los cielos se abrirían a la humanidad y
seríamos libres de explorar nuestro entorno natural de espacio, tiempo y dimensión más
allá de la Tierra. La profecía había predicho una época de maravillosa paz y crecimiento
espiritual. Los mayas guatemaltecos predijeron el comienzo de este nuevo ciclo para el 19
de febrero de 2013.
¿Y por qué no el 21 de diciembre de 2012, como se había predicho considerando el
momento del cambio de la PE a Acuario? Lo siento, no lo sé. Esta pregunta habrá que
hacérsela a los propios mayas guatemaltecos, pues son los únicos que realmente pueden
entender el porqué de esta discrepancia de dos meses.
Como ya hizo la Hermandad Nakkal antes que ellos, los mayas celebraron este
importante encuentro para compartir sus conocimientos y su profecía, de forma que
pudieran estar preparados como cultura para responder correctamente a su
responsabilidad cósmica de guiar y marcar el movimiento de esta eterna Serpiente de
Luz. Durante esta reunión se descubrió que los mayas de las tierras bajas, aquellos que
habitan en México y Belize, habían perdido, a causa del tiempo y de los conquistadores
españoles, casi todos sus conocimientos y la profecía, y que su legado vivo prácticamente
había desparecido. Pero para alivio de la Madre Tierra, el legado no estaba muerto.
Todavía seguía vivo en Guatemala. Allí, en lo alto de las montañas, cerca de la bella ciudad
antigua de Tikal, los ancianos mayas, la mayoría de los cuales contaban más de cien años
de edad, aún conservaban los conocimientos y profecías que habían llegado de la
Atlántida trece mil años antes.
Así que los ancianos guatemaltecos entregaron a los mayas de las tierras bajas «quince
libros». Los mayas de las tierras bajas recibieron el encargo de estudiar y aprender
estos conocimientos, y se les comunicó que en el futuro recibirían más libros. De este
modo se inició el regreso del calendario, los conocimientos y las profecías mayas.
En esa época, el mundo exterior no supo nada de este intercambio, aunque tampoco les
importaba. El materialismo era lo que regía el mundo.
El hombre industrial interviene
Con la mejor de las intenciones, algunos exploradores del conocimiento, como José
Arguelles y muchos otros, comenzaron a estudiar el calendario maya con la creencia de
que los mayas de México mantenían sus conocimientos intactos, cuando en realidad no era
así. Estaban limitados por una infusión incompleta de los mayas guatemaltecos. Y por eso
se escribieron muchos libros acerca del calendario maya, que realmente no pueden
completarse y hacerse exactos hasta que los mayas guatemaltecos no terminen de
devolver sus conocimientos a los de las tierras bajas.
Según los mayas de Guatemala, los mayas de las tierras bajas todavía deben leer y
comprender cinco «libros» más, y afirman que el decimosexto libro, El libro de los
insectos y las estrellas fijas, es el que determina el comienzo y el final de los ciclos
cósmicos. Esta es la razón de que la fecha del 21 de diciembre de 2012 nunca se
entendiera realmente y de que la del 19 de febrero de 2013 nunca se supiera.
La Serpiente de Luz busca su nuevo hogar
La Serpiente de Luz siguió al Dalai Lama a India, pero no se quedó allí. Continuó
moviéndose, abriéndose camino gradualmente a través de todas las regiones de la
superficie de la Tierra.
Este movimiento duró unos diez años, desde 1959 hasta algún momento a finales de los
años sesenta. Finalmente, cerca ya del término de su viaje por todo el mundo, la energía
kundalini de la Madre Tierra bajó desde Canadá, atravesando Estados Unidos, hacia
México, Belize y Guatemala, para seguir adentrándose en América Central.
Cuando llegó a Panamá tuvo lugar algo increíble que la mayoría de las tribus indígenas,
con excepción de los mayas, no esperaban. Cuando la Serpiente de Luz llegó al canal de
Panamá, no pudo cruzarlo. El canal de Panamá era la mayor geomancia terrestre que jamás
se había llevado a cabo en el mundo. Separa, literal y energéticamente, dos continentes
entre sí e impidió por la fuerza que la energía kundalini cruzara hacia Sudamérica.
La energía kundalini de la Tierra se quedó atascada, bloqueada. Muchos creen que la
detención de la Serpiente de Luz fue la fuente de los problemas de guerras y conflictos
de Colombia y otros países cercanos. La kundalini de la Tierra no podía cruzar el canal, lo
que provocaba un inmenso desequilibrio energético. (Esto mismo puede suceder en una
persona. Cuando la kundalini asciende por la columna vertebral, si uno de los chakras
está bloqueado la energía kundalini no puede seguir subiendo, aunque lo sigue intentando.
Esto puede producir dolor, enfermedad e incluso la muerte de la persona si el problema
no se soluciona.) Este hecho supuso un problema real para los indígenas del mundo, un
problema que tardaría muchos años en ser resuelto.
Nadie, excepto los mayas, sabía qué hacer.
Perú responde al nuevo ciclo
Mientras tanto, en las alturas de las montañas de Perú, un hombre plenamente iluminado
llamado Óscar Ichazo, junto con otros doce hombres que le rodeaban como los apóstoles
rodeaban a Jesús, estaba listo para ayudar a la energía kundalini de la Tierra a cumplir su
recorrido y para preparar al mundo para la nueva era que se avecinaba. Esperaban que la
Serpiente de Luz se asentara en las altas montañas del norte de Chile antes de finales de
los años sesenta y que en esa época su trabajo pudiera comenzar.
Así que Óscar viajó a Estados Unidos con uno de esos doce grandes hombres, Claudio
Naranjo, a mediados de los años sesenta para presentar al mundo industrial una antigua
forma de conocimiento basada en algo que no se comprendía en aquella época, la
geometría sagrada, que Óscar denominó Arica.
Claudio también se preparó para presentar otra forma de conocimiento, basada en la
obra del gran ruso Sufi Gurdjieff, y que provenía de lo que recibe el nombre de
eneagrama, un sistema de conocimiento que liga la transformación humana al sonido y a la
música. Claudio iba a presentar un aspecto poco conocido de esta sabiduría, por la cual la
personalidad humana puede ser dividida en veintisiete formas. Su propósito era sencillo:
ofrecer al mundo industrial una herramienta para salir de la rueda de los «tipos de ego»
y acceder al mundo superior de la iluminación. Creía que, al hacerlo, comenzaría a cambiar
a todo el mundo, sacándonos de la vida materialista que llevamos, de forma que
pudiéramos acceder a los chakras superiores y al mayor potencial humano.
Pero todo esto finalizó unos cuantos años después de haber empezado. En un solo día
Óscar paralizó la escuela que había puesto en marcha, y que se había extendido por todo
Estados Unidos, y volvió a Perú. ¿Por qué? Muy sencillo: la Serpiente de Luz estaba
bloqueada, su culminación no llegaba a tiempo (al menos según lo que interpretaba la
mayor parte del mundo indígena) y nadie sabía cuándo lo iba a hacer. Los mayas, por
supuesto, sabían con exactitud en qué consistía el problema, cómo corregirlo e incluso
cuándo sería corregido. Pero permanecían en silencio y esperando.
La ceremonia del águila y el cóndor
Ellos sabían que este problema no podría solucionarse hasta que no se llevara a cabo la
ceremonia del águila y el cóndor. Así lo afirmaba su calendario. También sabían que mover
el flujo de poder de la gran Serpiente de Luz iba a requerir más energía humana que la
contenida sólo en América Central y del Sur. Necesitaban la energía y la cooperación de
Norteamérica. Y esta ceremonia podía reunir a América del Norte, el Águila, y a América
del Sur, el Cóndor, de forma que pudieran trabajar al unísono para ayudar a esta energía
kundalini de la Tierra a llegar a su destino final.
Muchas tribus, incluso blancos que imitaban a los nativos, creyeron que podían llevar a
cabo esta ceremonia del águila y el cóndor, y lo intentaron varias veces. Lo que no se
entendió fue que la ceremonia debía aguardar hasta un determinado día del futuro y que
sólo podía ser celebrada por los mayas.
El 19 de febrero de 2001, tal y como había predicho el calendario maya, este pueblo y
otros doscientos de América del Norte, Central y del Sur se reunieron en Guatemala, y la
ceremonia del águila y el cóndor tuvo lugar al fin. Todo está documentado en una preciosa
película titulada El camino blanco: visiones de los indígenas de América, que se cita al
final de este libro.
Cuando la ceremonia quedó concluida, ya se podía por fin hacer algo para ayudar a la
Serpiente de Luz a encontrar su lugar de descanso, aquél donde podría enroscarse en las
profundidades de la Tierra durante los próximos trece mil años y presentar al mundo
entero los nuevos conocimientos espirituales y la energía que iba a necesitar la raza
humana para seguir su camino.
Los dos grandes pájaros vuelan al unísono
En fechas posteriores de ese mismo año de 2001, tribus de toda América (entre las que
se encontraban los esquimales, los hopis y muchas otras de Estados Unidos; los mayas,
por supuesto, y más de quinientos pueblos de ambos continentes) comenzaron a trabajar
juntos con un propósito único: ayudar a la Gran Serpiente Blanca a cruzar el canal de
Panamá y completar su viaje.
Los mayas me pidieron ayuda, pues mis raíces también forman parte de una tribu de
Norteamérica: los taos pueblo de Nuevo México. Se designaron tres días, que recuerdo
que fueron en septiembre de 2001, para que cada tribu y cada persona pudieran trabajar
a su modo en pro de este único objetivo común. Tribus indígenas de los dos continentes,
trabajando juntos el mismo día, comenzaron a celebrar ceremonias por todas partes.
Recuerdo que abandoné todas mis ocupaciones durante esos tres días y me puse a
meditar. En mi tradición, el método elegido es la Mer-Ka-Ba, el cuerpo humano de luz,
por lo que coloqué un campo Mer-Ka-Ba viviente sobre el canal de Panamá y entré en
meditación profunda, utilizando todo lo que sabía para ayudar a la kundalini de la Tierra a
cruzar el canal.
El primer día y el segundo pareció que no sucedía nada. Yo podía sentir la tremenda
energía de todas aquellas personas dedicadas trabajando al unísono, pero no era capaz de
percibir ningún cambio en la Serpiente. Estaba empezando a pensar que quizá podíamos
estar fallando, pero no permití que las dudas entraran en mí ser y seguí meditando.
Al final del tercer día sentí que algo estaba ocurriendo. Al principio fue como un pequeño
flujo de energía, como una diminuta fuga en una presa, pero la energía siguió
ensanchándose y haciéndose cada vez más poderosa. Por fin, la Serpiente de Luz se
liberó y comenzó a agitarse con energía de un lado a otro como hacía cuando se estaba
trasladando alrededor del mundo. Entró en Colombia, con gran fuerza y determinación, y
continuó por Sudamérica, moviéndose por todas partes, entrando en cada región y en
cada país.
Todo el mundo indígena exhaló un gran suspiro de alivio y gritos de júbilo llenaron el aire
desde los dos continentes. Los dos grandes pájaros volando al unísono, como uno solo,
habían obrado el milagro. Los mayas sabían que eso era lo que iba a suceder, pues así
había sido profetizado en su calendario sagrado; pero con calendario o sin él, cuando
sucedió en la vida real fue excitante. Ahora es cuestión de experiencia humana y
profundas emociones.
Al mismo tiempo, allá arriba, en las alturas de los Andes del norte de Chile, ciento doce
tribus estaban sentadas en un enorme círculo esperando la llegada de la Serpiente de
Luz. El sitio exacto había sido ya predicho por los mayas, y las tribus rodeaban el lugar,
cantando y bailando, haciendo de esta ceremonia el acontecimiento humano más
importante en miles de años. También ayudaron a convertir a este diminuto trozo de
tierra en la región más sagrada sobre la superficie del planeta.
Estos hombres y mujeres puros siguieron celebrando ceremonias hasta muchos meses
después, cuando la Serpiente de Luz finalmente reptó hasta su casa y entró en su
sagrado lugar de descanso en la Tierra. Es un lugar que transformará la zona de Chile y
Perú en unos nuevos Tíbet e India, un lugar en el que nacerán grandes maestros; unos
maestros que serán brillantes luces para el mundo, tal y como lo han sido los de Tíbet e
India.
Mi parte en esta saga no había hecho más que empezar. Había que hacer muchas más
cosas y yo no tenía ninguna premonición de los cambios que iban a acontecer en mi vida. La
Madre Tierra estaba a punto de apuntarme a la tribu del arco iris de liberación e
iluminación. Una parte de mi vida estaba a punto de desvelarse en formas que yo no
podría haber imaginado jamás.
¿Qué otra cosa podemos hacer más que servir de ayuda?

2 comentarios:

  1. YO SOY DE ARICA Y NO TENIA IDEA DE ESTO QUE PASO ¿ donde puedo buscar mas informacion cual es el punto exacto donde esta? SALUDOS.

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  2. >Me llama la atencion que no se responda una pregunta desde mayo del 2010....

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